lunes, 16 de marzo de 2015


CONSEJERÍA LETRADA 14



MIS DIEZ MANDAMIENTOS DE ESCRITOR
Por Rafael Aguirre

1. No perder capacidad de asombro, la cual debo alimentar con la lectura, la poesía y sobre todo con la vida.

2. Cuidar, depurar, fomentar el idioma en todas sus expresiones y si aprendo una segunda lengua, será para conocer más y mejor el idioma materno.

3. Leer mucho, tanto como un libro por cada cuartilla que escriba.

4. Amar y usar los diccionarios como las más apreciadas herramientas de trabajo.

5. Utilizar, entre mis instrumentos de trabajo, una colección sistematizada de ideas propias y ajenas.

6. Con ruido o en silencio, solo o acompañado, sentado o de pies, con música o sin música, en casa o fuera de ella… Nada será un pretexto para dejar de escribir.

7. Escribir todos los días así sea una palabra, alguna idea o pensamiento, en una libreta de bolsillo o en una servilleta si es el caso.

8. Corregir hasta el infinito, que las cuartillas que tire a la papelera sean más que las que queden por escrito.

9. Que mis escritos pasen por la lectura de otra persona con cierto dominio del idioma; tener la suficiente humildad para saber que cuatro ojos ven más que dos. Uno siempre se escucha a través de otro.

10. La publicación o los concursos literarios no serán la principal motivación de mi escritura, eso será secundario; a ello llegará, sin embargo, lo que se imponga y esté maduro a costa de mucho trabajo.

NOTA AL MARGEN:
 Después de leer tantos decálogos y consejos de escritores maduros y tener una buena colección de ellos, veo que el mío es demasiado circunspecto. Al igual que sucede con todos los mandamientos y decálogos, lo más seguro es que nadie los cumpla; en un principio los acaté con espartana disciplina y hoy creo que de algo me sirvieron.



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