miércoles, 16 de julio de 2014



CONSEJERÍA LETRADA 9



DECÁLOGO PARA CUENTISTAS
Por Julio Ramón Ribeyro (Lima 1929 – 1994)

Uno
El cuento debe contar una historia. No hay cuento sin historia. El cuento se ha hecho para que el lector a su vez pueda contarlo.


Dos
La historia del cuento puede ser real o inventada. Si es real, debe parecer inventada y si es inventada, real.


Tres
El cuento debe ser de preferencia breve, de modo que pueda leerse de un tirón.


Cuatro
La historia contada por el cuento debe entretener, conmover, intrigar o sorprender, si todo ello junto, mejor. Si no logra ninguno de estos efectos, no existe como cuento.

Cinco
El estilo del cuento debe ser directo, sencillo, sin ornamentos ni digresiones. Dejemos eso para la poesía o la novela.

Seis
El cuento debe solo mostrar, no enseñar. De otro modo sería una moraleja.

Siete
El cuento admite todas las técnicas: diálogo, monólogo, narración pura y simple, epístola, informe, collage de textos ajenos, etc., siempre y cuando la historia no se diluya y pueda el lector reducirla a su expresión oral.


Ocho
El cuento debe partir de situaciones en las que el o los personajes viven un conflicto que los obliga a tomar una decisión que pone en juego su destino.


Nueve
En el cuento no debe haber tiempos muertos ni sobrar nada. Cada palabra es absolutamente imprescindible.


Diez
El cuento debe conducir necesaria e inexorablemente a un solo desenlace, por sorpresivo que sea. Si el lector no acepta el desenlace es que el cuento ha fallado.
La observación de este decálogo, como es de suponer, no garantiza la escritura de un buen cuento. Lo más aconsejable es transgredirlo regularmente, como yo mismo lo he hecho. O aún algo mejor: inventar un nuevo decálogo.


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